Piège

 

Pican cada vez más fuerte, cada vez más cerca y, a la vez, cada vez más lejos. Mi ventana es un nuevo mundo y por su pobre avertura esntra el gris sonido de la lluvia: gotas en Re sostenido, en Fa bemol van formando una sinfonía que es a mis oidos un solo nombre...

Son ahora 2 mundos: el mío, solitario, que comprende sólo un colchón finito como una hoja de jacarandá y corto como la veracidad de tu "te quiero". El tuyo, allá distante, detrás de todas esas lluvias, calles, moleculas de aire, mentiras, juegos, besos, suspiros, de nuevo mentiras...

Te extraño, no hay vuelta que darle al reloj de mi mente. Te quiero, ya no quedan más excusas para negarlo ni máscaras para ocultarlo [tampoco quiero]. Tu mente, tu sexo, te pedían mentirme y así lo harías. Tu mente, tu sexo, y quien sabe quien más, te pidieron indiferencia para conmigo y así cumpliste. Tu obediencia es pura como el vuelo de una polilla. Y yo estoy ahora con una birome, un cuaderno y algunas lagrimas rezandole a quien-sabe-qué santo para que dejes de raer en los hilos [ya algo gastados] de mi corazón.

Perdoname por lo que voy a hacer, confiemos en que siga habiendo un Fénix dentro de mí.

"chau".....Sí, creo que así era.