noviembre 01, 2004

Rest in Peace

Muchas veces me siento a imaginar que pasaría si me muero. ¿Vendría alguien a mi velorio? ¿Se preocuparía alguien por mi? ¿Se acrdaría alguien de mi ser una vez pasado mi entierro? Bueno, lógicamente, mi mamá, mi papá y mis hermanos aparecerían - por lo menos un rato -, fingirían un par de lágrimas y luego se marcharían. Después de todo han perdido una carga y el no ir no solo sería demasiado sospechosos sino que estaría mal visto el "¿Cómo que la familia no está?"... bah, si es que alguien se acuerda de que a veces tengo una familia.
¿Habrá flores? No creo que nadie se acuerde de que mi flor favorita es el jazmín - sí, a mi tambien me gustan las flores -. Y si llegara a haber alguna, de seguro sería una colaboración de la funeraria (¿pagarían una por mi?), o incluso algún arreglo olvidado de otro velorio.
He ido a muchos entierros donde los amigos de los muertos lloran de dolor y de impotencia. ¿Llorarían asi mis amigos? ¿Iría algún amigo? ¿tengo algún amigo?
Y más alla de eso, en definitiva ¿me enterrarían? ¿me cremarían? ¿se acordarían de que morí y algo debe hacerse con el envase de mi alma?
Munch anticipa la indiferencia a través de un grito de su pincel. Hay un grito ahogado en cada muerte anunciada. Yo muero cada día, todos los días....mi muerte está ya demasiado afónica y la vida aún demasiado sorda.